“…la belleza es el único lenguaje de nuestra alma…no comprende otros. No tiene otra vida, no puede producir otra cosa, no puede interesarse en otra cosa… ¡Se necesita tan poca cosa para estimular la belleza de un alma!...Quizá no es necesario despertar, sino basta no adormecer. No es quizás el elevarse, sino el descender, lo que requiere esfuerzos…si tuviésemos menos miedo de la belleza, llegaríamos a no encontrar otra cosa en la vida, porque, en realidad, bajo todo lo que se ve, lo único que existe es eso…”

Maurice Maeterlinck

Detras de las flores



Por medio de un ejercicio de pintura, en el que seleccioné la obra de artistas como Masaccio, Botticelli, Giotto, Goya y Picasso. Recorté de cada obra un pequeño sector que me atrajo.
En los mismos, siempre se encontraba la presencia de un fragmento del cuerpo humano. Pero este ejercicio contaba con dos instancias; la copia aproximada del recorte seleccionado, y seguidamente una segunda copia eliminando el fragmento humano del espacio pictórico.
A partir de las pinturas, ciertas sensaciones y elementos, quedaron suspendidas en el aire: las flores, naturaleza, ventana, la luz, la muerte, vida, revelar, ocultar.
La imagen atrapada en mi lienzo, realizada con flores reales y ramas, amplía mi tatuaje ubicado en la zona cervical, descubriendo y velando simultáneamente un fragmento humano, mi cuerpo.
Nuestro ser se trasluce u oculta, según las circunstancias, es un modo de protección, de defensa, pero no siempre es prevención, simplemente puede ser un momento de contemplación o meditación.
Creamos barreras, en la que solo a veces llegan pequeños hebras de luz.
Esta obra me parece importante ya que considero que estos son los inicios de mi búsqueda tanto de materiales como metodología y motivaciones.


2003
Diseño del tatuaje, llevado a mayor escala, realizado con flores y ramas reales sobre tela, junto a estructura de hierro y tierra húmeda
2.5m x 2.00m x 1.5m

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