“…la belleza es el único lenguaje de nuestra alma…no comprende otros. No tiene otra vida, no puede producir otra cosa, no puede interesarse en otra cosa… ¡Se necesita tan poca cosa para estimular la belleza de un alma!...Quizá no es necesario despertar, sino basta no adormecer. No es quizás el elevarse, sino el descender, lo que requiere esfuerzos…si tuviésemos menos miedo de la belleza, llegaríamos a no encontrar otra cosa en la vida, porque, en realidad, bajo todo lo que se ve, lo único que existe es eso…”

Maurice Maeterlinck

24. Besito porteño


Cymbalaria muralis, es su nombre; crece en los ladrillos del taller, así la reconoció aquel profesor de botánica en agronomía, Gabriel, que me ayudó a reconocer, por medio de su microscopio y la morfología de la inflorescencia, algunas de las plantas que elegí para utilizar en Ósmosis.
Pero mi alucinación esa tarde entre tanto verde, un elemental sistema de secado y gabinetes llenos de carpetas perfumadas con naftalina, fue cuando me dijo que esta peculiar plantita se la reconoce como Besito porteño…