“…la belleza es el único lenguaje de nuestra alma…no comprende otros. No tiene otra vida, no puede producir otra cosa, no puede interesarse en otra cosa… ¡Se necesita tan poca cosa para estimular la belleza de un alma!...Quizá no es necesario despertar, sino basta no adormecer. No es quizás el elevarse, sino el descender, lo que requiere esfuerzos…si tuviésemos menos miedo de la belleza, llegaríamos a no encontrar otra cosa en la vida, porque, en realidad, bajo todo lo que se ve, lo único que existe es eso…”

Maurice Maeterlinck

Nosotros generadores


En la acción- instalación realizada en una estación ferroviaria, jugaron algunos factores como disparador: el espacio público, el contacto con el espectador ajeno, la denuncia y la necesidad de materializar un elemento tan complejo y etéreo como el olor. “El perfume”, de Patrick Sûskind, estimuló el deseo por este componente y Giuseppe Arcimboldo, me señaló el camino a la ansiada imagen.
La elección de materiales y el respeto por su natural ciclo, no solo traducen el tema del hombre generador de malos olores, de contaminación ambiental, de la falta de respeto con el compromiso social, con las reglas de convivencia, con la ética, la moral; sino que apunto también a involucrar al espectador, a convivir con el arte de hoy, a no solo quedarse con el monumento tradicional, a contarle que también existe la obra efímera, por ejemplo. Pero que de ella queda la percepción de nuestros sentidos y la documentación.


2005
Frutas y verduras en descomposición, madera, varilla de construcción tornillos y tuercas
1.8m x 0.80m x 0.80m Peso 50kg aprox