“…la belleza es el único lenguaje de nuestra alma…no comprende otros. No tiene otra vida, no puede producir otra cosa, no puede interesarse en otra cosa… ¡Se necesita tan poca cosa para estimular la belleza de un alma!...Quizá no es necesario despertar, sino basta no adormecer. No es quizás el elevarse, sino el descender, lo que requiere esfuerzos…si tuviésemos menos miedo de la belleza, llegaríamos a no encontrar otra cosa en la vida, porque, en realidad, bajo todo lo que se ve, lo único que existe es eso…”

Maurice Maeterlinck

Mesa de trabajo





En el ámbito del laboratorio del taller cerámico, descubro el encantamiento del material en si mismo, busco e intento que el proceso converse con el resultado, generando la misma jerarquía. De esta forma transfiero y comparto con el otro, parte del íntimo proceso creativo.


2007
Caja y bandejas refractarias, molde de yeso, resina de pino, cera de abeja, parafina, estearina, tierra calcinada
2.5 x 1.40 x 1 m